El poder asombroso de Dios que transforma todas las cosas

“Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras! Por la grandeza de tu poder se someterán a ti tus enemigos.” Salmos 66:3

1. Sus obras revelan Su grandeza incomparable El salmista inicia llamando al pueblo a declarar cuán asombrosas son las obras de Dios. No son obras comunes: revelan Su gloria. Salmos 40:5 “Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas… no es posible contarlas.” Salmos 19:1 “Los cielos cuentan la gloria de Dios…” Contemplar lo que Dios ha hecho produce adoración genuina.


2. Su poder es irresistible y soberano “Por la grandeza de tu poder…” No hay fuerza, reino, ni situación que pueda resistir al Señor. Job 42:2 “Yo conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti.”Isaías 40:26  Dios sostiene el universo por el poder de su fuerza. El creyente se afirma en un Dios que nunca pierde el control.


3. Sus enemigos se someten ante Él La victoria de Dios no está en duda. Todo enemigo espiritual, terrenal o circunstancial terminará reconociendo Su autoridad. Filipenses 2:10–11  Toda rodilla se doblará ante Jesucristo. Salmos 46:9 Él pone fin a las guerras. El mal no tiene la última palabra; Dios sí.


4. Su pueblo debe proclamar Su poder El versículo inicia diciendo: “Decid a Dios…”. Es un llamado a hablar, declarar, exaltar. Salmos 34:1–3 Bendeciré a Jehová en todo tiempo. 1 Crónicas 16:8  “Cantad a Jehová… hablad de todas sus maravillas.” La adoración vocal es una respuesta natural al poder de Dios.


Conclusión


Salmos 66:3 nos recuerda que Dios no solo realiza obras maravillosas, sino que Su poder domina cualquier oposición. Nada puede impedir Su propósito. Por eso, el creyente vive confiado y con una boca llena de alabanza. Cuando vemos lo que Dios ha hecho, lo que está haciendo y lo que hará, no queda más que decir: “¡Cuán asombrosas son tus obras, oh Dios!”