Vivir como luces que glorifican a Dios

Mateo 5:16 "Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos."

1. La luz que hemos recibido proviene de Cristo


Juan 8:12 "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida." Todo creyente es portador de la luz de Cristo.


  • Nuestra capacidad de iluminar no es propia, sino reflejo de Su presencia en nosotros.


  • Sin Cristo, nuestra luz se apaga; con Él, brilla con propósito.


2. La luz debe ser visible y no escondida Mateo 5:14-15 "Vosotros sois la luz del mundo... No se enciende una luz y se pone debajo de un almud." La fe auténtica se manifiesta en acciones y actitudes que otros pueden ver.


  • Vivir escondiendo nuestra fe es desperdiciar el propósito de la luz.


  • Un testimonio coherente es un faro en medio de la oscuridad moral y espiritual.


3. Las buenas obras como evidencia de la luz Efesios 2:10 "Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras..." Las buenas obras no nos salvan, pero son la evidencia de que la luz de Cristo está en nosotros.


  • El servicio, la ayuda al necesitado, el perdón y el amor son destellos de esa luz.


  • Cada acción justa es un mensaje silencioso que apunta al Creador.


4. El propósito final: glorificar al Padre 1 Pedro 2:12 "Manteniendo buena vuestra manera de vivir... glorifiquen a Dios en el día de la visitación." La meta no es recibir reconocimiento humano, sino que Dios sea exaltado.


  • Cuando otros ven a Cristo reflejado en nosotros, su corazón se inclina hacia Él.


  • La luz del creyente es una invitación a adorar al Padre celestial.


Conclusión:


La luz que Cristo ha puesto en nosotros no es un adorno, sino una misión. Debemos reflejarla con claridad, a través de una vida visible y coherente, llena de buenas obras que conduzcan a otros a glorificar a Dios. No se trata de ser el centro de atención, sino de que, al mirarnos, las personas vean al Padre que está en los cielos y anhelen acercarse a Él.