1. La importancia de esperar en Dios Esperar en el Señor no es pasividad, sino confianza activa en su tiempo perfecto. Isaías 40:31 “Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas...” Lamentaciones 3:25 “Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca.” La espera fortalece la fe y nos libra de apresurarnos a tomar decisiones fuera de la voluntad de Dios.
2. La exhortación a esforzarse El salmista no presenta la espera como algo débil, sino como un llamado al esfuerzo. Josué 1:9 “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente...” 1 Corintios 16:13 “Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos.” Mientras esperamos, Dios nos llama a mantenernos firmes, perseverantes y activos en obediencia.
3. El ánimo que Dios da al corazón El desaliento es enemigo de la espera; por eso Dios mismo fortalece el corazón del que confía. Juan 14:27 “La paz os dejo, mi paz os doy...” Filipenses 4:7 “Y la paz de Dios... guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” En medio de la espera, el Señor nos da paz interior que supera la ansiedad y el temor.
Conclusión
Esperar en Dios es un acto de fe y valentía. No significa inactividad, sino confiar, esforzarse y mantener el corazón firme en la esperanza. Mientras el mundo desespera por respuestas rápidas, los hijos de Dios hallan fortaleza en su paz. Al final, quienes esperan en Jehová experimentan su fidelidad y ven cumplidas sus promesas en el tiempo perfecto.

